El sindicato de Trabajadores de la Salud de APROSLAR-Chilecito, se pronunció con duras criticas al plan de gobierno de la gestión Quintela. Según resume el comunicado de prensa, hacen llegar su solidaridad a los trabajadores de la Educación y apoyan el paro.

Y por otro lado, rechazan “el abuso de autoridad del gobierno de QUINTELA, poniendo en práctica medidas antidemocráticas violatorias de los derechos humanos.
El paro es el resultado de la ineficiencia del estado provincial en dar respuesta a los múltiples y añejos reclamos de los trabajadores de priorizar la educación y la salud pública como bienes comunes a la comunidad.
Basta ir al hospital, centros de salud, escuelas para darnos cuenta del estado de abandono en que se encuentran. Mientras el gobierno hace anuncios de Obras con Amor, los pobladores debemos acudir, cuando podemos a buscar atención médica en otras provincias y, si no podemos, que Dios nos ayude.
Sabemos que el salario de los trabajadores y las condiciones deplorables de las escuelas y centros de salud, son una variable de ajuste para conseguir los dólares necesarios para pagar una deuda externa que no es del pueblo, como bien está demostrado.
Sabemos que, en el plan de exportación en búsquedas de dólares frescos hasta el 2030, el desarrollo de la minería es para el gobierno, su plan de salvación. En tanto para los pueblos es devastación y despojo.
Avanzan a sabiendas de que sacrificaran pueblos enteros, entregando el agua, bien escaso y fundamental para el desarrollo de las economías locales y la seguridad alimentaria.
Reafirmamos la denuncia que venimos sosteniendo desde hace casi 20 años, de empobrecimiento sistemático de nuestro pueblo para imponer la minería como mágica solución a todos nuestros males.
Recordamos al gobierno de la Rioja, que en San Juan, Catamarca, Chubut, Río Negro, Jujuy y Mendoza, provincias mineras, los docentes y los profesionales de la salud están de paro.
La minería no es la solución. Por el contrario, es despojo y más empobrecimiento de los pueblos
La solución, entendemos, es combatir la corrupción de los funcionarios de gobierno. Achicar la brecha salarial entre trabajadores de a pie y asesores, diputados, concejales, intendente, jueces, fiscales, obispos, etc etc.
Pero lejos de avanzar en este sentido, el gobierno echa mano a prácticas propias de la dictadura.
Cuando decimos “Nunca más”, también estamos diciendo Nunca más a este tipo de prácticas opresoras y esclavistas.
“Con un oído en el evangelio y con el otro en el pueblo”

By omalarc

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