El expresidente desmintió de ese modo a su ministro de Economía, Hernán Lacunza, quien había asegurado que el dinero del Fondo “se usó para pagar deudas anteriores”.
A comienzos de año, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que los 45 mil millones de dólares que desembolsó el FMI podrían haberse usado para reconstruir la infraestructura durante el gobierno anterior, pero denunció que no quedó nada de ese préstamo y “ahora hay que resolver ese problema”. En ese momento, el ex ministro de Economía de Cambiemos, Hernán Lacunza, lo cruzó diciendo que el dinero “no se fugó”. “Se usó para pagar deudas anteriores”, aseguró. Sin embargo, el propio Mauricio Macri ofreció este domingo una nueva versión sobre el destino del dinero “La plata del FMI, que es la plata de los demás países, la usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo de que volviera el kirchnerismo”, disparó el ex presidente en una entrevista con la CNN. De ese modo, Macri desmintió a Lacunza y confirmó que el dinero del FMI se utilizó para financiar la fuga de capitales, tal como ha venido denunciando el kirchnerismo.
El dinero no se destinó solo a pagar deudas, como dijo Lacunza, sino también para que aquellos grandes fondos que querían sacar sus dólares del país pudieran hacerlo sin problemas. Es decir, el Estado no tenía dólares genuinos provenientes, por ejemplo, del superávit comercial sino que volvió al FMI para conseguir las divisas necesarias para mantener el grifo abierto y seguir garantizándoles libre acceso al mercado de cambios a los grandes jugadores que le dieron forma a la corrida financiera aprovechando que el dólar se ofrecía a un precio subsidiado.
Recién después de la derrota en las PASO de agosto de 2019 el gobierno de Cambiemos decidió poner el cepo cambiario para frenar la sangría, pero para ese entonces ya habían rifado los 44 mil millones de dólares que les había girado el FMI, el préstamo más grande que el organismo multilateral le otorgó a un país en toda su historia.
El relato que armaron luego desde Cambiemos fue que la corrida empezó al día siguiente de las PASO por el triunfo del kirchnerismo, pero en ese momento ya no hubo dólares disponibles para la fuga porque se puso el cepo. Los dólares para financiar la corrida estuvieron disponibles mucho antes, desde comienzos de 2018, cuando se cerró el acceso al mercado internacional para seguir tomando deuda y la desconfianza de los inversores sobre la sustentabilidad del modelo macrista los llevó a emprender la retirada, temerosos de que el desastre económico que comenzaba a vislumbrarse por entonces terminara con el default de la deuda pública.
Lo que hizo el gobierno de Macri con la complicidad del FMI fue prolongar esa agonía un año y medio más. En ese momento los inversores no le tenían miedo al kirchnerismo porque había perdido no solo en las elecciones presidenciales de 2015 sino también en las de 2017 y nadie pronosticaba su vuelta. El temor lo generaba la política económica del macrismo.
La responsabilidad del FMI
El FMI también es responsable de lo ocurrido porque el artículo VI del Convenio Constitutivo del organismo, aprobado por Argentina por Ley 21.648, dice textualmente que “ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se destinen a tal fin. Si después de haber sido requerido a ese efecto el país miembro no aplicara las medidas de control pertinentes, el Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los recursos generales del Fondo”.
El FMI debería haber interrumpido el financiamiento al comprobar que el dinero estaba siendo destinado a financiar la fuga de capitales, pero no lo hizo porque Estados Unidos, principal accionista del organismo, decidió respaldar al macrismo con la intención de bloquear cualquier posibilidad de retorno del kirchnerismo. El propio Mauricio Macri lo reconoció este domingo en la entrevista que le concedió a la CNN cuando aseguró que el exmandatario de Estados Unidos Donald Trump “se portó muy bien” y “colaboró muchísimo” con su gobierno, entre otras cosas por el apoyo al crédito del FMI solicitado en 2018.